martes, 19 de abril de 2011

Habitación 205

Se dirigen a mí pidiendo ayuda, una paciente se niega a comer.

Entro en la habitación, me presento, me dice su nombre, empezamos a hablar. Que historia de vida más llena y enriquecedora, la de ésta paciente. Había sido actriz, en su época.  Al cabo de un rato, le ofrezco agua. Me mira con desconfianza...


 Durante un tiempo me esperaba todos los días a la hora de comer.

Éste es uno de los motivos por el cual me enorgullece mi labor.

2 comentarios:

  1. Siempre es interesante conocer ambos puntos de vista... yo de sólo conozco el del paciente.

    Seguiré leyendo para aprender un poquito más.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar